Este es un texto que escribí hace algunos meses, cuando Faith No More entregaba señales de lo que sería el posterior anuncio de su nuevo álbum de estudio "Sol Invictus".
Yo solía conocer las típicas canciones “Epic” y el cover “Easy”, no los había tomado mucho en cuenta, hasta que un día los escuché con más atención y me dije: “¿Qué rayos estaba haciendo que no había descubierto a esta tremenda banda?”. Es una agrupación muy original, que no necesita de las etiquetas que la prensa utiliza para describir el sonido de cada músico, tampoco el tonto lema “Sexo, drogas y Rock And Roll”. La excelente voz y desplante escénico de Mike Patton, la fuerza del bajo de Billy Gould, la destreza en la guitarra ya sea de Jim Martin, Trey Spruance o Jon Hudson, las hermosas melodías que nos da Roddy Bottum con su teclado y la energía de Mike Bordin en batería, nos entregan una mezcla de talentos y música inolvidables.
Me hubiese encantado ser parte del público en los míticos shows de la banda en nuestro país, en el Festival de Viña del Mar de 1991 y en el Monsters Of Rock de 1995, ¡Qué suerte tienen aquellos que nacieron una o dos
décadas antes que yo!

Era el año 2011, y mi fanatismo por Mike Patton y Faith No
More seguía creciendo. Soñaba con poder verlos algún día, pero era
prácticamente imposible, pues habían presentado su último concierto el 5 de
diciembre de 2010, ¡Y en Chile! Me angustiaba la idea de no poder ver nunca a
la que se había convertido en mi banda favorita. Un día que falté a mi primer
trabajo, escuchando una radio de rock desde mi casa, anuncian que Faith No More
volvía a reunirse. Después de esa tremenda noticia, yo no paraba de gritar,
correr, cantar, y saltar por todo mi hogar, ¡Era la locura en persona! Jaja…
Solamente faltaba que los de San Francisco programaran el tan ansiado concierto
en Chile, y mi felicidad estaría completa. Yo no paraba de imaginarme coreando
todas las canciones durante el posible show, saltando como loca y admirando a
estos tipos, que “me volaron la cabeza”, y que abrieron mi mente a un sonido
totalmente distinto a lo que yo acostumbraba a escuchar (grunge)…
Mi entusiasmo
se seguía aumentando con los días, hasta que un medio (el cual no recuerdo con exactitud),
anunció que Patton y compañía, estarían tocando una de las dos noches que
el Festival Maquinaria ofrecía. ¡Me
quería morir! La banda que tantas veces deseé ver en vivo, venía a Chile, y yo no contaba con el
dinero para poder asistir. Pese a esto, hice todos los esfuerzos posibles,
ahorré dinero gracias al trabajo que tenía en ese momento, que si bien no me
ofrecía un sueldo tan bueno, me permitía tener algún dinero extra para mis
gastos personales. Como no habían
aclarado qué día se presentaría la banda en Maquinaria, decidí comprar un abono por sábado y domingo. Lo más
emocionante, fue tener por fin la entrada en mano, pero existía un problema: El
permiso que no me habían dado mis padres, así que tuve que comprar un ticket
para mi hermano, que es menor que yo.
Pasaron los meses y mis ansias por que se acercara la fecha
del evento, crecían más y más. Los medios darían otra buena noticia: Faith No
More tocaría uno de sus álbumes de principio a fin (cosa que nunca antes habían
hecho). ¡Ya no podía más con tanta alegría! Vería en vivo a esta gran
agrupación y además escucharía completo uno de sus discos. En mi cabeza rondaba
la interrogante, “¿Será el Angel Dust, o el King For A Day…Fool For A
Lifetime”? El que se publicó en 1995 era y sigue siendo mi favorito, y como ya
sabemos, ese fue el que disfrutamos todos esa gran noche. Al saber esto, mi
alegría ya era la felicidad máxima, jaja.
Día 12 de noviembre, ¡Al fin! Desperté con muchísima energía
(era de esperarse, jaja), no sé cómo llegamos tan rápido al Club Hípico.
Soportamos la enorme fila que se hizo para poder entrar, eso además del sol, el
hambre y la sed. A la espera del gran momento de la noche, vimos los shows de Loaded
(la banda de Duff McKagan), Alice In Chains (también me encantan), y Chris Cornell (otro maestro), todo esto con
mucha alegría y emoción, ya que prácticamente era nuestro primer concierto de
rock. ¡Dios mío, ya se estaba acercando el instante previo a ver a mis ídolos!
Me río de tan sólo recordarlo, jaja… Recuerdo que se demoraron un buen rato en
salir a escena, y que mucha gente que estaba viendo el show de Cornell, se
empezó a mover hacia el escenario en que la banda de Billy Gould tocaba,
muestra suficiente para decir que Faith No More mueve masas.
¡Ya! Dieron comienzo
a su tan esperado concierto, todos los asistentes felices, yo con lágrimas de
alegría, y mi hermano perdido entre la multitud. ¡Fue tan espectacular e
increíble el estar allí disfrutando de ese gran disco! Canté y salté con todas
las canciones, sobre todo con “Digging the grave” unas de mis preferidas, reí
mucho con las bromas que hacía el grupo con el público, los chilenismos de
Patton, la versión en español de “Evidence”, en fin… Y yo había estado
esperando un tema muy especial para mí, “Take this bottle” ¡Cómo adoro esa
canción! Lloré en ese momento. Más adelante, interpretaron “Just a man”, fue
sublime. Me quedé sin palabras cuando escuché al coro, ¡Muy genial! Y luego del
encore, nos sorprendieron a todos con
“Matador”, “Caffeine”, “Ashes to Ashes” y
“Absolute Zero”.
Más que pagado el show, fue realmente una experiencia
maravillosa, algo que sin duda jamás olvidaré, y tal vez esa fue la única y
última vez que los vi en vivo. Con ellos nunca se sabe, aunque de todas
maneras, existe la posibilidad de verlos de nuevo en territorio nacional, esto
por los anuncios que han dado, a través de su recién estrenada cuenta de
Twitter. Ya todos estamos a la espera de nuevo material o concierto en Chile,
es inevitable imaginarlos por acá de nuevo, a ellos parece agradarles mucho
venir a ofrecernos shows, jaja…
El año pasado, intenté conocer a Mike Patton, y no me
funcionó, lo esperé durante toda su estadía en Santiago, y nada. Pero bueno, no
perderé las esperanzas de conocerlo a él
y a sus secuaces, necesito manifestarles lo mucho que significa su música para
mí, y la admiración que siento por ellos, sería impagable cumplir ese sueño. Creo
que pocas bandas son capaces de lograr esa variedad de “estilos” y sonido, eso
es mérito suficiente como para decir que son una de las más grandes
agrupaciones de las últimas décadas, y quién sabe de la historia del Rock.